NAVIDAD
PARA EL CATOLICISMO
Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo).
MUNDO ANCESTRAL
Cápac Raymi
El Cápac Raymi (en quechua, Qhapaq Raymi) era una fiesta religiosa prehispánica en honor al Sol que se llevaba a cabo en el mes de diciembre, donde se realizaban sacrificios de animales, se bebía chicha de jora, se mascaba coca y se bailaba. Corresponde al primer mes del calendario inca.
Dada su solemnidad civil y religiosa, no se permitía a los forasteros permanecer en el Cuzco mientras se desarrollaban sus ceremonias; y, según su procedencia, se les instalaba fuera de la ciudad, a lo largo de los caminos que salían de ella hacia los cuatro suyus. Cada uno de los orejones llevaba al Coricancha aquellos hijos quienes iban a ser iniciados. Sacaban, entonces, a la plaza del templo las imágenes del Sol y los cuerpos embalsamados de los incas, para beber con ellos como si estuvieran vivos y los nuevos "caballeros" invocaban su ayuda para ser tan valientes y afortunados como ellos.
Luego, tenía lugar el Huarachico y en el curso de aquel mes eran sacrificadas 100 llamas cuyos cuerpos eran quemados con leña de quinua, labrada y olorosa.
Festividades incas
En este día se reunían las cenizas de los sacrificios y las arrojaban a los ríos para que estos las llevasen al mar, a Viracocha, como el retorno de todo a su autor. Coincide su fecha con el solsticio de invierno, celebrado en todo el mundo, festividad que el mundo católico maneja como el nacimiento de Cristo.Dada su solemnidad civil y religiosa, no se permitía a los forasteros permanecer en el Cuzco mientras se desarrollaban sus ceremonias; y, según su procedencia, se les instalaba fuera de la ciudad, a lo largo de los caminos que salían de ella hacia los cuatro suyus. Cada uno de los orejones llevaba al Coricancha aquellos hijos quienes iban a ser iniciados. Sacaban, entonces, a la plaza del templo las imágenes del Sol y los cuerpos embalsamados de los incas, para beber con ellos como si estuvieran vivos y los nuevos "caballeros" invocaban su ayuda para ser tan valientes y afortunados como ellos.
Luego, tenía lugar el Huarachico y en el curso de aquel mes eran sacrificadas 100 llamas cuyos cuerpos eran quemados con leña de quinua, labrada y olorosa.
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